Casi tod@s sabemos que con este término nos referimos a las tendencias de los grandes diseñadores de acercar sus diseños (y de paso su glamour) al gran público. Y la mejor forma de acercarlos es bajar su precio. Por ello, cada vez es más frecuente que reconocidas firmas hagan colecciones especiales para cadenas como H&M (Viktor & Rolf y la próxima y esperadísima de Cavalli) o marcas como Adidas (la colección de Stella McCartney). Y esto me encanta. Soy totalmente partidaria de estas iniciativas, aunque el cheap, no sea tan cheap. Pero lo siento, no me gustan las colecciones de las celebrities. Me parece genial que los diseañdores presten sus grandes ideas para que todos podamos tener alguna prenda quede otro modo solo podríamos comprar pidiendo un préstamo. Pero de ahí a que cualquiera que salga en el papel couché tenga su propia colección... Pongamos ejemplos: si nos remontamos un poco atrás en el tiempo, aún no me he podido recuperar del shock de los pantalones de chándal de Madonna para H&M. Que ella puede ser muy reina del pop, pero esos pantalones brillantosos eran horteros y de lo más cani. La colección de Kate Moss para TopShop, tampoco es un dechado de originalidad, más parece que buceó en su armario y copieteó (bastante) de lo que por allí había. Y en la que voy a extenderme un poco más es en la de nuestras hermanas Cruz: Penelópe y Mónica for MNG. Sus diseños no son nada del otro mundo y encima, no son precisamente baratos. Mucho negro (que me encanta y es muy elegante), mucho vestido, todo muy retro, pero sinceramente poca originalidad. Si nos pusieramos a hacer un examen exhaustivode la colección podríamos adivinar en qué DISEÑADORES (de los que diseñan de verdad) están inspirados. Y es que seamos realistas, cuando nos dicen que algún famoso va a sacar a la venta cualquier chorrada, allá que vamos en masa a sentirnos del star system por un día. Y yo la primera, que fuí a Mango para ver la colección de las hermanísimas, y me enamoré de un vestido tan sencillo como caro: negro (of course), mangas al codo y corte a la cintura con una lazada. No podría entrar ni en lo retro porque apuesto que nuestras abuelas tenían uno igual (y las Cruz también tendrán abuela); solo que rescatarlo del baúl de los recuerdos, puede costarte un buen lavadod e tintorería y algún arreglillo y el de Mango costaba 90 €, si mal no recuerdo.
Así que yo creo, que cada uno debe dedicarse a lo que quiera, pero no les va tan mal de actrices, ¿o sí?